lunes, 9 de junio de 2008

Mensaje de René González Sehwerert

A todos los que nos quieren:
Nuevamente se descarga sobre nosotros, y sobre nuestros seres queridos, la bajeza de quienes pretenden a través de este caso satisfacer sus instintos de venganza contra nuestra Patria.
Cuando se trata de santificar el terrorismo y los crímenes contra el pueblo de Cuba, políticos, jueces, fiscales y oficiales del orden no encuentran límites para mentir, malinterpretar, confabularse y hacer mofa de las leyes que dicen representar. Pocas veces se pone tan al desnudo la ficción de los tres poderes del Estado, como cuando les convoca la defensa a ultranza de sus mezquinos intereses comunes y sacrifican ante ellos, solícitos, su propia vergüenza.
Este es el modelo de justicia que se pretende imponernos so pretexto de rescatarnos para la libertad y la democracia !Ay de Cuba si similar cohorte de truhanes, algún día, recupera los estrados, se ordena de agentes del orden o asalta el ministerio público!
A nuestros familiares cuyo amor nos sostiene, cuyo recuerdo alimenta nuestros espíritus, cuyas palabras nos alientan y cuyo sufrimiento nos lacera, pero nos compromete: vayan nuestras expresiones de optimismo, la seguridad de que nos preservaremos y nuestros sentimientos de infinito amor.
A nuestros amigos en todo el mundo que nos llenan de esperanzas, que nos abruman con su afecto, y que nos ofrecen más cariño del que es posible corresponder: nuestro más profundo sentir de gratitud y admiración.
A nuestro heroico y noble pueblo de cuya historia somos depositarios, cuya proeza de resistencia nos impulsa, y cuya integridad física y felicidad hemos defendido: vaya la advertencia del Che, reiterada desde las entrañas del monstruo:
"En el imperialismo no se puede confiar, pero ni un tantico así".
Cerrar filas y defender la Revolución, es la única respuesta digna a esta canallada.
Cuenten con nosotros.
Hasta la Victoria Siempre.

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La sentencia de Atlanta

Tarde y con daño llegó la sentencia de Atlanta. Luego de una larga espera, se suponía que los jueces hicieran un esfuerzo por la justicia. Pero no fue así, veintidós meses después del último pronunciamiento del Onceno Circuito de Apelaciones (aquel que echara por tierra la decisión de tres jueces que acogió en agosto de 2005 la solicitud de cambio de sede por considerar, como es obvio, que no era Miami el lugar adecuado para el juicio), nos llega la sentencia de los tres jueces que conocían de la segunda apelación de los Cinco. ¡Vaya decepción!, para aquellos que alguna vez pensamos que podía haber un espacio a la justicia en el sistema judicial norteamericano.
Como se recordará los abogados de los Cinco habían planteado unas 24 causales o motivos de apelación, suficientes para revocar el ilegal veredicto o las injustas sentencias dictadas en Miami por la jueza Lenard. Entre ellos los más fuertes, por su trascendencia, eran: El Estado de Necesidad, que justifica y legitima la acción de los Cinco, elimina el ilícito penal y, por ende, el veredicto de culpabilidad. La conducta impropia de la Fiscalía, esa actuación malintencionada y fraudulenta de la Fiscalía durante todo el juicio que constituyó una verdadera burla al sistema judicial norteamericano. La insuficiencia de las evidencias, al no haber sido probados ninguno de los dos cargos por los cuales se impusieron las injustas condenas de cadena perpetua. Las instrucciones erróneas al jurado, y la aplicación indebida de CIPA.
Con menor fuerza, por su repercusión para la posible libertad de los acusados, pero no con menos razones legales, se plantearon otras causales, entre ellas los errores cometidos por la Jueza en la aplicación de la guía de sentencia.
Ahora, con infeliz coincidencia (o mucha maledicencia) el mismo día del cumpleaños de Gerardo se emite el esperado fallo. ¿Y qué dicen los jueces? Se ratifica el veredicto de culpabilidad, se ratifica en parte la sentencia recurrida, al mantenerse las condenas de Gerardo y René, se anula en parte la sentencia al revocarse las sanciones impuestas a Ramón, Tony y Fernando, y se devuelve en parte al Juez de «primera instancia» o sea, a la jueza Joan Lenard del Distrito Federal de Miami Dade, para que dicte nuevas sentencias en el caso de aquellas que fueron anuladas, es decir, se vuelva a dictar sentencia para Ramón, Tony y Fernando.
El documento de 99 páginas consta de tres partes. Una primera de 82 páginas aceptada en su generalidad por los tres jueces, de la cual es ponente el juez Pryor, quien se incorporara (para mal) al panel de tres jueces que conoce del caso luego de la jubilación del juez James Oakes, que presidiera antes dicho panel. Un voto particular, de una página, del juez Stanley Birch, quien ya había formado parte antes del panel de tres jueces que emitiera la sentencia de agosto de 2005, y que ahora vuelve a insistir en el criterio dado en aquella oportunidad: los acusados no tuvieron un juicio justo con un jurado imparcial. El Juez sigue convencido, según sus propias palabras, de que el juicio en Miami estuvo sometido a un nivel de daño basado en el demostrado prejuicio de la comunidad, contaminado además por la campaña de prensa, y que los acusados merecen un nuevo juicio fuera de Miami. Una tercera parte, de 16 páginas, de la veterana y experimentada jueza Phyllis Kravitch, en la que sin lugar a dudas se hace un análisis certero de la falta de evidencias para condenar a Gerardo por el cargo 3, «Conspiración para cometer asesinato», concluyendo que el Gobierno no presentó pruebas suficientes para demostrar, más allá de toda duda razonable, que Gerardo Hernández estuvo de acuerdo en una confabulación para derribar las avionetas el 24 de febrero de 1996, en el espacio aéreo internacional.
Lamentablemente al juez Birch le faltaron agallas para suscribir también este voto, con lo cual se habría anulado una de las injustas cadenas perpetuas impuestas a Gerardo. Inexplicablemente también, no fueron admitidas para Gerardo las mismas razones que están presentes para invalidar las sentencias de Ramón y Tony. Y es que no se cometió «Conspiración para cometer espionaje», no existe una sola evidencia de la comisión de este delito. Como se ha insistido una y otra vez, los Cinco no son espías, porque no fue nunca su propósito obtener información sobre la defensa, la seguridad, los intereses del gobierno de los Estados Unidos. Esto habría echado por tierra las dos cadenas perpetuas impuestas a Gerardo, con lo cual si no satisfechos, porque no podremos estarlo hasta que no se reconozca su inocencia, al menos el fallo sería más congruente.
¿Y qué decir del análisis de la sentencia impuesta a René? No tienen nada en la mano contra él, como no sea su dignidad de cubano revolucionario. Cuánto odio se percibe en el trasfondo. Recuérdese que la Jueza Lenard le prohibió que cuando cumpla la injusta condena vuelva a visitar lugares donde se conoce están los terroristas...
Hoy 8 de junio los cubanos celebramos el Día del Trabajador Jurídico, en reconocimiento a todos aquellos que se esfuerzan en el trabajo por la justicia, la legalidad, el orden, el respeto a la verdad y la razón. En recuerdo también de aquel acto que un 8 de junio, pero de 1865, en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, un joven estudiante de Derecho nombrado Ignacio Agramonte y Loynaz al defender su tesis para recibirse de Abogado, pronunciaba un brillante discurso, en el cual entre otras audaces manifestaciones jurídico-políticas, revolucionarias para la época, valientes ante el propio claustro español decía: «La justicia, la verdad, la razón, solo puede ser la suprema ley de la sociedad».
Paradójicamente también un 8 de junio, de 2001, concluía la farsa del juicio oral contra los Cinco en Miami, y quedaba concluso para sentencia, hasta diciembre del propio año, cuando en las vistas de sentencia junto a los injustos e ilegales pronunciamientos de sentencias, se escucharon los valientes y dignos alegatos de cada uno de ellos, que retumbaron en la Corte de Miami, como retumbara en su día el discurso del Bayardo ante los profesores españoles. Y es que no es posible un país sin justicia, verdad y razón. Por eso la lucha continúa hasta que se alcance la justicia.
Ellos, como Agramonte, tienen dos blancuras: su espada y su conciencia. Son diamantes con alma de beso.

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Desde la soledad, pero con esperanzas

Este 9 de junio muchos tenemos la dicha de sentirnos agasajados por ser nuestro onomástico, pero no todos lo podremos festejar de igual forma. En la cárcel federal de McCreary, en Kentucky, Estados Unidos, el cubano Ramón Labañino tendrá que conformarse con el recuerdo de los suyos.
Y es que este hombre, uno de los Cinco cubanos presos en cárceles norteamericanas por informar a su país sobre planes de acciones terroristas organizados desde la Florida, lleva casi diez años en prisión por el simple hecho de defender a su Patria.
Pero lo más triste para Ramón, es la negativa o demora de las visas a sus familiares —por parte de las autoridades estadounidenses—, lo cual le ha impedido ver, en los dos últimos años, a su esposa y tres hijas.
Ailí, la hija mayor, recibió ese “privilegio” en enero último, pero cuando llegó a la prisión de Beaumont, en Texas, no pudo encontrarse con su padre pues fue decretado un "lockdown" (incomunicación aplicada a todos los prisioneros).
De las dos pequeñas —Laura y Lizbeth— son menos los recuerdos. Por tal motivo, en el 2006, le escribió a su esposa Elizabeth Palmeiro: “Eli, sígueles enseñando fotos mías (...) y cuanta cosa puedas de mí a mis hijas, en especial a Lizbeth, que es la que menos me conoce. Háblales constantemente (...) de papá Ramón, que las quiere mucho y las extraña (...) mis niñas, ¡cómo han crecido!”
Quizás en esta fecha le pasen por la mente etapas memorables de su vida como aquellos años en la Universidad de La Habana, donde obtuvo Diploma de Oro en los estudios de Licenciatura en Economía; o los duros entrenamientos del kárate, una de sus aficiones; la satisfacción por haber neutralizado algún intento de acción terrorista, y otras tantas con las cuales ha llenado estos años de duro bregar y de soledad.
Puede pensar en su padre, en sus amigos, o en sus muchas veces demostrado amor a la Patria, a la Revolución y a su pueblo; quienes jamás lo abandonarán.
También estarán presentes este día, por lo menos en el pensamiento, sus hermanos de lucha: Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández y René González.
Y es que este 9 de junio será muy duro, como lo han sido los anteriores, con la tristeza oprimiéndole el pecho. Pero esto no hará vacilar a Ramón, no es un derrotista, eso lo tiene demostrado. Este, su 45 cumpleaños, lo festejará en la soledad de su celda pero con millones de personas que día a día luchan por su definitiva excarcelación.
Por eso en esta fecha encuentra renovados motivos para sepultar la congoja con una avalancha de entereza y optimismo. Su pueblo así lo desea.

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viernes, 6 de junio de 2008

Mensaje de Gerardo

Vamos a resistir hasta que se haga justicia

Al conocer la decisión de la Corte de Apelaciones de Atlanta que le ratifica la sentencia de dos cadenas perpetuas más 15 años, nuestro compañero Gerardo Hernández se comunicó telefónicamente con Alicia Jrapko y este es el mensaje transmitido por la activista:
Me acaba de llamar Gerardo, ya conocía sobre la decisión de la corte.
Me dijo que no lo había sorprendido, que este es el mismo sistema de justicia que tiene encarcelado por más de 20 años a Mumia, a Leonard Peltier, y a los presos políticos puertorriqueños. "Nos echaremos los años que hagan falta, 30, 40, lo que sea, que mientras quede uno de ustedes afuera resistiendo nosotros también vamos a resistir hasta que se haga justicia."
Me dijo que a todos los que preguntaran por él les dijera que él está bien, con mucha fuerza y siempre pa’lante.
Comunicado ante la decisión de la corte de apelaciones de Atlanta
El pasado 4 de Junio, la corte de apelaciones del Onceno Circuito de Atlanta dio a conocer su dictamen sobre el recurso de apelación presentado por la defensa.
En un escrito de 99 páginas, y por decisión unánime, los tres jueces reafirmaron los cargos de culpabilidad contra los Cinco Patriotas Cubanos y anuló las sentencias de tres de ellos que deberán ser sentenciados nuevamente.
Ratificaron las sentencias de René González (15 años de prisión) y Gerardo Hernández (dos cadenas perpetuas más 15 años).
Sobre Gerardo, la decisión del panel no fue unánime sino 2-1. La jueza Kravitch expresa en 16 páginas que el gobierno no presentó las pruebas suficientes para acusar a Gerardo de conspiración para cometer asesinato.
Los casos de Ramón Labañino (cadena perpetua más 18 años), Fernando González (19 años) y Antonio Guerrero (cadena perpetua más 10 años) fueron enviados a la jueza Joan Lenard del Tribunal de la Florida para que proceda a re-sentenciarlos.
Lenard deberá convocar una audiencia para emitir el nuevo fallo. Esta jueza es la misma que impuso las graves e injustas condenas a los Cinco en el 2001.
La corte de Atlanta dictaminó que los argumentos de la defensa carecían de mérito. Asombran los términos políticos empleados en el fallo de la corte, ajenos a las instancias legales y favoreciendo al gobierno.
El fallo de los jueces deja abierta varias contradicciones entre las opiniones de dos de ellos y el escrito redactado y firmado por el juez Pryor. Un juez ultraconservador que consiguió su nombramiento gracias al actual candidato republicano McCain a pesar de la oposición del Senado.
Los abogados de la defensa: Weinglass, MacKenna, Horowitz, afirmaron continuar la batalla legal iniciada en diciembre del 2001 cuando fueron injustamente condenados. Legalmente hay caminos a seguir.
Más allá de todas las artimañas legales del gobierno de EE.UU. para dilatar la injusta prisión de nuestros Cinco Hermanos, no sorprende la decisión judicial, al contrario, nos reafirma mucho más en la necesidad de continuar luchando sin descanso para denunciar esta colosal injusticia.
Una vez más se pone al desnudo el cinismo del gobierno norteamericano que en el mismo día de ayer, en otra ciudad de EE.UU., continuó su farsa para proteger al criminal Luis Posada Carriles, quien disfruta de total libertad, en lugar de certificarlo como terrorista por sus crímenes contra la humanidad y extraditarlo a Venezuela, cuyo gobierno lo reclama desde hace 3 años por ser prófugo de ese país.
Para Gerardo, la decisión no lo ha sorprendido: "este es el mismo sistema de justicia que tiene encarcelado por más de 20 años a Mumia, a Leonard Peltier, y a los presos políticos puertorriqueños", nos dijo esta mañana. "Nos echaremos los años que hagan falta, 30, 40, lo que sea, mientras quede uno de ustedes afuera resistiendo nosotros también vamos a resistir hasta que se haga justicia".
Gerardo nos pide que trasmitamos a todos su confianza: "a todos los que pregunten digan que estoy bien, con mucha fuerza y siempre pa lante."
Junto a todos nuestros amigos, comités y hermanos del mundo llamamos a redoblar el reclamo por ellos movilizándonos a partir de mañana 6 de junio (hoy) de todas las maneras posibles, como lo harán en EE.UU., Europa y América Latina, frente a las sedes del gobierno terrorista de EE.UU. que mantiene en prisión a nuestros Cinco Hermanos.
Solo la solidaridad, la denuncia constante y la movilización internacional logrará la libertad de los cinco

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jueves, 5 de junio de 2008

Ratifican la injusta condena contra los Cinco

El Onceno Tribunal de Apelaciones de Atlanta, EE.UU., ratificó este miércoles los veredictos de culpabilidad contra los cinco luchadores antiterroristas cubanos injustamente presos en ese país, y anuló las sentencias de tres de ellos.
Según EFE, un panel de tres jueces dictaminó que todos los argumentos presentados contra la declaración de culpabilidad de los cinco cubanos juzgados y condenados en Miami en 2001 «carecían de mérito».
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Fernando González y Antonio Guerrero fueron injustamente sentenciados a penas que van de los 15 años de prisión a la cadena perpetua, luego de que un jurado los declaró culpables de «conspirar» y «operar» como agentes extranjeros sin notificar al gobierno estadounidense.
«Ratificamos las convicciones de cada uno de los acusados y las sentencias de González y Hernández. Anulamos las condenas de “Campa” (Fernando), “Medina” (Ramón) y (Antonio) Guerrero, y remitimos (el caso) en parte para procesos de sentencias consistentes con esta opinión», dijeron los jueces en su decisión, de 99 páginas.
Ahora el caso regresa a un tribunal de Miami, una ciudad demostradamente inadecuada para ventilar con justicia cualquier causa relacionada con Cuba. Según Notimex, la encargada de emitir las nuevas sentencias será la jueza federal de Miami, Joan Lenard, la misma que en 2001 dictó sentencia contra los antiterroristas cubanos.
Los Cinco apelaron el fallo relacionado con la supresión de pruebas, la inmunidad de la soberanía, la conducta impropia de algunos testigos, las instrucciones al jurado de su juicio, la suficiencia de pruebas que apoyaran sus condenas y otros temas vinculados con las sentencias.
Sus abogados han acudido en varias ocasiones a la Corte de Apelaciones de Atlanta para solicitar un nuevo juicio, bajo el principio de que el proceso estuvo influenciado por cuestiones políticas.
En agosto de 2005, un panel de tres jueces desestimó el veredicto del jurado, argumentando que los acusados no recibieron un juicio «justo e imparcial» por los «prejuicios» de la comunidad cubana que reside en Miami.
Pero al año siguiente, ese tribunal en pleno ratificó las condenas, arguyendo que ningún cubanoamericano integró el jurado y que algunas de las pruebas que los acusados presentaron tenían «fallas».

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