lunes, 9 de junio de 2008

Desde la soledad, pero con esperanzas

Este 9 de junio muchos tenemos la dicha de sentirnos agasajados por ser nuestro onomástico, pero no todos lo podremos festejar de igual forma. En la cárcel federal de McCreary, en Kentucky, Estados Unidos, el cubano Ramón Labañino tendrá que conformarse con el recuerdo de los suyos.
Y es que este hombre, uno de los Cinco cubanos presos en cárceles norteamericanas por informar a su país sobre planes de acciones terroristas organizados desde la Florida, lleva casi diez años en prisión por el simple hecho de defender a su Patria.
Pero lo más triste para Ramón, es la negativa o demora de las visas a sus familiares —por parte de las autoridades estadounidenses—, lo cual le ha impedido ver, en los dos últimos años, a su esposa y tres hijas.
Ailí, la hija mayor, recibió ese “privilegio” en enero último, pero cuando llegó a la prisión de Beaumont, en Texas, no pudo encontrarse con su padre pues fue decretado un "lockdown" (incomunicación aplicada a todos los prisioneros).
De las dos pequeñas —Laura y Lizbeth— son menos los recuerdos. Por tal motivo, en el 2006, le escribió a su esposa Elizabeth Palmeiro: “Eli, sígueles enseñando fotos mías (...) y cuanta cosa puedas de mí a mis hijas, en especial a Lizbeth, que es la que menos me conoce. Háblales constantemente (...) de papá Ramón, que las quiere mucho y las extraña (...) mis niñas, ¡cómo han crecido!”
Quizás en esta fecha le pasen por la mente etapas memorables de su vida como aquellos años en la Universidad de La Habana, donde obtuvo Diploma de Oro en los estudios de Licenciatura en Economía; o los duros entrenamientos del kárate, una de sus aficiones; la satisfacción por haber neutralizado algún intento de acción terrorista, y otras tantas con las cuales ha llenado estos años de duro bregar y de soledad.
Puede pensar en su padre, en sus amigos, o en sus muchas veces demostrado amor a la Patria, a la Revolución y a su pueblo; quienes jamás lo abandonarán.
También estarán presentes este día, por lo menos en el pensamiento, sus hermanos de lucha: Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández y René González.
Y es que este 9 de junio será muy duro, como lo han sido los anteriores, con la tristeza oprimiéndole el pecho. Pero esto no hará vacilar a Ramón, no es un derrotista, eso lo tiene demostrado. Este, su 45 cumpleaños, lo festejará en la soledad de su celda pero con millones de personas que día a día luchan por su definitiva excarcelación.
Por eso en esta fecha encuentra renovados motivos para sepultar la congoja con una avalancha de entereza y optimismo. Su pueblo así lo desea.

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